QUIZÁ NO LO SEPAS, PERO ECHAS DE MENOS TU INFANCIA

Que cualquier tiempo pasado fue mejor, es mentira. O debería serlo, porque si no qué horror estar siempre volviendo a lo mismo… Los mismos éxitos o los mismos fracasos, da igual, hay que avanzar. No obstante, casi todos tenemos unos años de nuestra vida que recordamos con nostalgia… Pero nostalgia de la buena, son recuerdos que nos hacen sonreír. Seas como seas, millenial, baby boomer, generación x, o hijo de tus padres y residente en tu ciudad, seguro que tienes una época que te gusta recordar y que, en parte, extrañas. Esto es, ni más ni menos, lo que les pasa generación tras generación a los señores mayores que miran mal a los jóvenes porque creen que su niñez fue mejor (esos artículos insultando a millenials que tanto nos gustan…).

No es algo malo, de hecho, parece hasta natural si nos sigue pasando, así que las marcas, que todo lo saben, tiran de nostalgia para posicionarse… Hoy por hoy, el target son los que vivieron los 80 y 90 en sus años mozos. Vamos a ver unos cuantos ejemplos.

Hace ya unos años nació Yo fui a EGB, una web que recuerda con nostalgia los 80 y principios de los 90 y que ha acabado asociándose con marcas tan potentes como Nocilla, que tenía su propia colección de vasos.

Los productos de merienda, como Nocilla, tienen un buen filón en este tipo de movimientos estratégicos, porque es un momento del día muy asociado a nuestra infancia. Hay un momento en el que (trágicamente) dejamos de merendar y todo lo que nos gustaba juntar con pan o con un vaso de leche a media tarde pasa a formar parte de nuestro pasado. Esto lo aprovechó muy bien Donuts cuando se asoció con Pantera Rosa, y Nestlé con su campaña del campamento para padres, en el que no recordaba directamente la infancia de los progenitores, sino que les llevaba a sentirse como entonces. 

El universo tecnológico no para de avanzar, pero mira al pasado con reediciones y actualizaciones de algunos de los juegos y dispositivos más icónicos que todos recordaremos. Desde Pokemon Go, un éxito mundial que no solo llegó a los chavales de 13 años, sino que logró enganchar a más de un treintañero (probablemente, ante la atónita mirada de sus propios vástagos), a clásicos que hacen las delicias de cualquier nostálgico de los 90 como el Tamagotchi (que incluye nuevas funciones) y el indestructible Nokia 3310 (aunque sea un dispositivo incompatible con nuestra vida hiperconectada).

En una vuelta de tuerca más del sector del calzado, que vive permanentemente de revivals (¿cuándo pasarán de moda las Converse? nunca, esperamos), pudimos disfrutar de una campaña de las míticas Joma que fue toda una lección de publicidad. Merece la pena verlo, porque es, ni más ni menos, un anuncio hecho como en los años 80 para un producto de los 80.

Por último, hay que destacar que no solo los bienes de consumo se aprovechan de nuestro cada vez más viejo corazoncito; los contenidos, desde hace unos años, también se suben al carro de recordar unas décadas que parecen no superadas del todo.

En ocasiones, estas nuevas producciones tratan de recrear el pasado por el que suspiran: en 2011 Steven Spielberg dirigió ‘Super 8’, una película en la que nos trasladábamos a sus míticas cintas (¿quién no se acordó de ET?), por no hablar de Netflix y su verdadero bombazo con ‘Stranger Things’, que también nos recordó las bicis BMX, a los Goonies… ¡y a Winona! Otra vertiente, sin embargo, es directamente rescatar productos que parecían acabados y alargarles un poco más la vida, como es el caso de ‘Las Chicas Gilmore’ y ‘Will & Grace’.

En cualquier caso, está claro que en la mente del consumidor siempre hay un huequito para la nostalgia. Hoy estamos de ‘remember’ de los 80 y 90… Antes de que nos demos cuenta habrá nostalgia por Snapchat, y para entonces probablemente nos parezca fatal todo lo que hacen los que tengan menos de 20 años. El ciclo de la vida, es lo que tiene.